La casa Tully construyó su hogar en el gran castillo de Aguasdulces. Levantado en la confluencia del Piedra Caída y el Forca Roja, sólo tiene tres lados, uno mirando al primer río, otro al segundo, que fluye desde el sur, y el tercero hacia un foso seco que se puede llenar para hacer de él una fortaleza inexpugnable. Las paredes de arenisca se alzan rectas desde el agua, y las torres, situadas donde se encuentran las tres paredes, proporcionan una excelente vista a kilómetros de distancia. En lo alto de los muros bajos hay almenas con aspilleras para los arqueros.
La torre cubierta de hiedra que mira hacia el Piedra Caída es la Torre del Azud. En su base se encuentra la Puerta del Agua, llamada así porque la mitad está sumergida, con su rastrillo de hierro rojo por el óxido. El curso del río pasa por la noria dentro de la edificación. La mayor parte de los botes y el tráfico fluvial que llega a la fortaleza amarran en este punto.
Dentro de las murallas está la torre del homenaje. Contiene el solar de lord Hoster, con un balcón que sobresale hacia el este como la proa de un barco. Hay un jardín hermoso y aromático que sirve a modo de bosque de dioses. Cualquiera que entre se encontrará con una explosión de flores, nidos de pájaros, arroyos, altas secuoyas y un arciano de cara triste en el centro. En sus cercanías está el septo. Tiene siete paredes de acuerdo con el estilo tradicional, construidas con la misma arenisca que el resto del castillo. Dentro hay estatuas de mármol pintado de los Siete.
El gran salón está reservado para los grandes concilios y tiene una sala anexa para audiencias privadas, por encima. Ahí es donde se encuentra el trono de los Tully. Además, Aguasdulces tiene una mazmorra sin ventanas, en el sótano del castillo.
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