• Korewa zombie desuka
Poniente, un lugar donde los veranos pueden durar años y los inviernos toda una vida. Un mundo frágil; donde la magia y fuerzas antiguas se revuelven en el mundo conocido y en las tierras del frío eterno Más allá del Muro. Se acerca el invierno y trae helados vientos de guerra.

LA INVASIÓN ÁNDALA












Tras la Guerra por el Amanecer, los primeros hombres y los hijos del bosque disfrutaron de un periodo de paz. Fue durante esos años cuando los hijos del bosque comenzaron a retirarse poco a poco de las tierras de los hombres, yendo a vivir a lo más profundo de los bosques o incluso más allá del Muro. La paz no iba a durar siempre: casi dos mil años después de la victoria sobre los Otros, un nuevo invasor arribó a las costas de Poniente. Los ándalos desembarcaron en las tierras que un día se convertirían en el Valle de Arryn, y barrieron los Siete Reinos, tal y como los primeros hombres ya habían hecho miles de años antes. Cabalgando a lomos de caballos entrenados en la batalla, blandiendo armas de acero, y empujados por su fervor religioso, los invasores ándalos eran demasiado fuertes para que los primeros hombres pudieran hacerles frente, de modo que, al igual que los hijos del bosque antes que ellos, cayeron a manos de los invasores.

Estos nuevos hombres vinieron del continente oriental, un lugar llamado las Colinas de Ándalos. Allí, habían recibido la visita de siete seres sagrados, que se cree eran siete aspectos de una única deidad suprema. El culto de los siete fue tomando forma hasta que acabó convirtiéndose en la Fe de los Siete. Ya fuese por orden divina, por huir de alguna amenaza, o simplemente motivados por la sed de conquista, los ándalos llegaron y conquistaron.

Bajo el estandarte de la estrella de siete puntas de sus nuevos dioses, expulsaron a los primeros hombres, destruyeron los arcianos, y asesinaron a los hijos del bosque dondequiera que los encontrasen. Uno tras otro, los Siete Reinos fueron cayendo hasta que tan sólo quedó el Norte, gracias a la resistencia del Foso Cailin y a sus valientes guerreros. A pesar de que el Norte seguía siendo seguro, las victorias en el sur marcaron el fin del Pacto. Los hijos del bosque que quedaban fueron aniquilados o expulsados, o simplemente decidieron abandonar Poniente.

La Reconstrucción de los Siete Reinos

Tras sus victorias como invasores, los ándalos levantaron seis poderosos reinos. Éstos, junto con el antiguo reino de los primeros hombres, se convirtieron, de hecho, en los Siete Reinos. El reino del Norte siguió aferrado a las creencias de los antiguos dioses, mientras que el reino de las Islas del Hierro, a pesar de haber sido derrotado, mantuvo las Antiguas Costumbres adorando al Dios Ahogado. El reino del Valle y el Cielo vio nacer al linaje de ándalos más antiguo y puro, la casa Arryn. Los antiguos dominios de los primeros hombres dieron paso al reino de la Roca, al de los Reyes Tormenta y al del Dominio. El antiguo reino de las Tierras de los Ríos, que había estado gobernado por los Reyes de los Ríos y las Colinas, se convirtió en un sangriento campo de batalla en el que los hombres del Hierro, los primeros hombres, y los ándalos, luchaban por controlar las tierras. Por último, en el lejano sur, en Dorne, surgió una confederación de principados que, consumida por sus propias luchas intestinas por el poder, se mantuvo al margen de los conflictos de los Siete Reinos.

Más allá de los Siete Reinos


Mientras Poniente sufría aplastado por los conflictos, en el este surgía una nueva potencia: el Feudo Franco de Valyria. Los valyrios, antaño raza de humildes pastores, consiguieron la supremacía cuando amaestraron a los dragones de la región volcánica conocida como los Catorce Fuegos, creando un poderoso imperio en el que la magia florecía, las torres ascendían interminables hacia el cielo donde los dragones volaban, las esfinges de piedra oteaban desde las alturas con sus ojos de granate, y los herreros forjaban espadas con una resistencia y un filo legendarios. A pesar de encontrarse lejos de Poniente, la historia y el destino final de Valyria estaban irrevocablemente unidos a los de los Siete Reinos, y aún hoy resuenan los ecos de la caída de Valyria.

  • La Conquista del Viejo Ghis

Viejo Ghis era el mayor imperio del continente oriental, y sus soberanos, avariciosos conquistadores, siempre buscaban añadir más tierras a sus dominios. Con el tiempo, Ghis dirigió su mirada hambrienta hacia el Feudo Franco de Valyria. Por cinco veces las tropas ghiscari avanzaron sobre el Feudo Franco, y por cinco veces fueron derrotadas. Finalmente, la ambición ghiscari acabó siendo su perdición, cuando el Feudo Franco contraatacó destruyendo Viejo Ghis por completo, matando a sus habitantes, derribando hasta la última piedra de sus ciudades, derruyendo sus murallas y sembrando la tierra con sal. De Viejo Ghis sólo sobrevivieron las ciudades de Bahía de los Esclavos, habitadas por una raza mestiza descendiente de la gente de Viejo Ghis y de sus conquistadores.

La Guerra contra Rhoyne

En Poniente, los ándalos construyeron ciudades y fundaron nuevos reinos sobre las ruinas de los anteriores. Mientras Valyria y Viejo Ghis se enfrentaban en una lucha a muerte al otro lado del mar, los ándalos consolidaban su poder, erigiendo templos para los Siete y transformando los reinos del sur en lo que ellos consideraban civilización. Las viejas tradiciones perduraban todavía en el Norte, pero la paz que existía entre los Reyes del Invierno de los primeros hombres y los ándalos era precaria. Un armisticio que volvería a estallar en pedazos, debido esta vez a un peligro aún mayor que arribaría a las costas de Poniente durante los años venideros. 

Valyria encontró más enemigos tras la destrucción de Viejo Ghis, como los rhoynar, que también fueron vencidos. Nymeria, la reina guerrera de los rhoynar, llevó a su pueblo en diez mil barcos, buscando refugio en Dorne. Allí, formó una alianza casándose con lord Mors Martell, unificando los principados de una vez por todas. Así fue como se estableció la casa Martell, que todavía gobierna Dorne desde Lanza del Sol.

La Condenación de Valyria

En el este, más allá del mar Angosto, el Feudo Franco de Valyria gobernaba sin oposición. Sus ciudades abundaban en maravillas, sus hechiceros lanzaban poderosos conjuros y sus universidades poseían el conocimiento de mil reinos. Los barcos valyrios surcaban los mares mientras los dragones dominaban los cielos y mantenían el reino a salvo de invasiones. Pero, a pesar de haber conocido la mayor de las glorias, su caída se acercaba.

Nadie sabe qué desastre asoló Valyria, pero la destrucción del reino fue completa. Muchas historias afirman que la región fue destruida por una erupción volcánica, quizás de los Catorce Fuegos, las montañas donde los dragones habían sido vistos por primera vez. La península valyria fue devastada y el Feudo Franco destruido. Sólo quedaron unas humeantes ruinas habitadas por fantasmas del pasado. Con la caída de Valyria, el imperio se desmoronó y las colonias y ciudades sometidas se independizaron, sobreviviendo hasta nuestros días como las ciudades de Bahía de los Esclavos y las Ciudades Libres del mar Angosto entre otras. En las vastas praderas del continente oriental, las tribus nómadas, con el salvaje Dothraki como jefe, comenzaron a cobrar importancia. El poder valyrio quedó completamente destruido en todas partes. En todas menos en Poniente, donde un último vestigio del Feudo Franco sobrevivió.

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